Desde el otro lado del río Duero al atardecer, se alza una de las ciudades más románticas de Europa, y menos conocidas relativamente en el turismo: Porto. Un colorido sueño lleno con reliquias medievales, campanarios, iglesias barrocas extravagantes y majestuosos edificios de bellas artes apilados uno encima del otro, iluminados por corrientes de sol. Si entrecierras los ojos, puede distinguir las ventanas abiertas con algunas abuelas mirando a la calle, los estrechos carriles y las escaleras que zigzaguean a ninguna parte.
Posiblemente has escuchado de alguna persona que ha ido a Portugal y te viene contando que es la v*rga genial. ¡Y lo es! Pero he descubierto que la mayoría de gente que va a este país no se da el tiempo para conocer la segunda ciudad más grande. Y no por nada Porto (también llamado Oporto) ha sido catalogado como el tercer destino a visitar de acuerdo a su relaciónd de valor en 2017 por Lonely Planet. Detrás de Nepal (1) y Namibia (2).
¿Pero qué es lo que cautiva tanto de este lugar? ¿Son sus vistas al maravilloso rio Duero? ¿Sus albergues o comida al alcance de la mayoría de bolsillos? ¿Su mundialmente conocido vino? Bueno, para averiguarlo debes dejarte llevar por su increíble y poco conocido encanto (que cada día se escucha más entre los viajeros y se está haciendo más y más popular). Para ventaja tuya, te diré algunas de las cosas que aprendí en esta ciudad:
- PORTO PUSO EL “PORTU” EN PORTUGAL: La ciudad no es menor cosa. Cuando se expulsó a los Moros en eso del año 1000dC las comunidades lusas reorganizaron el territorio y lo llamaron “Portucale”, teniendo a Porto como su capital.
- PORTO ES EN REALIDAD DOS: Conformada por dos pequeñas ciudades a cada lado del rio Duero. La parte colonial es la más popular y se conoce como Porto. La otra parte, llamada Gaia, es famosa por ser el lugar donde se producen y catan los vinos de esta región y viene a ser más moderna.
- APENAS PARA LOS AMANTES DEL VINO: Si te gusta el vino esta región produce uno de los vinos más exclusivos en el mundo, y fue lo que le dio el desarrollo a la ciudad por cientos de años. Hay una gran variedad de catas, locales y tours que puedes tomar a los viñedos. Puedes pasar una tarde como lo hicimos nosotros, sentado a las orillas de este rio, disfrutando de la vista del barrio La Ribeira (que se ve más bonito desde Gaia) con amigos y porqué no con un mazo de cartas.
- UN MANJAR PARA LOS AMANTES DE HARRY POTTER: Como lo soy yo (
Y MUCHO), te gustará saber que fue en esta ciudad donde JK Rowling dictó clases de inglés a la vez que escribía el manuscrito de La Piedra Filosofal. Encontrarás fuentes de inspiración del libro en cosas como:- Los uniformes de los estudiantes en la universidad de Porto, que son túnicas muy parecidas a las de las películas. Si les pides tomarse una foto contigo la mayoría accederá sin problema pues están muy orgullosos de esta tradición.
- Portugal tuvo un dictador, del que personalmente no sabía nada, de nombre Salazar. ¿Te suena a alguien parecido? Bueno, pues JK Rowling ha confirmado que se inspiró en este personaje para crear a Salazar Slytherin, uno de los fundadores del colegio Hogwarts de magia y hechicería.
- Si quieres entrar a algo parecido a un “set real” de la película te recomiendo la Librería Lello e Irmao. Nombrada la “librería más bella del mundo” encontrarás un local completamente surrealista y original. Su construcción y detalles ha inspirado algunos sets de la película, al igual que a la autora. Incluso se dice que se han rodado algunas escenas aquí. La entrada cuesta 3 Euros, pero si quieres comprar un libro te descontarán el precio de la entrada de la compra. (¡Hay libros también en español e inglés!)
- Finalmente, el lugar donde la magia ocurrió fue en el bonito café Majestic en la Rua Santa Catarina 112. Acá J.K Rowling se sentaba a escribir durante horas su historia. Si bien el menú no es el más económico, si te sientas y tienes a mano un papel y lapiz ¡Puede ser que se te ocurra una buena idea para un libro!
- Subir las escaleras de la Torre de los Clérigos es una experiencia inolvidable
, a la vez que trabajas tu cardio. Tu corazón te lo agradecerá una vez subas sus más de 300 escalones y tengas la vista de toda la ciudad frente a ti. Este edificio fue encomendado al arquitecto insignia de la ciudad Nicolau Nasoni por parte de la Hermandad de los Clerigos Pobres. Se ha convertido en el más emblemático de la ciudad. Vas a tener que pagar la entrada (3 eurillos) pero la privilegiada vista de la torre respecto a la ciudad lo vale, siendo esta uno de los puntos más altos de la misma.
- Asómbrate con los miles de mosaicos pintados, emblemáticos de la cultura portuguesa. Cada uno de estos mosaicos es pintado a mano antes de ser colocado como ornamento en las paredes. Para hacer esto puedes bien sea perderte en las calles de la ciudad, pues de más que encontrarás más de uno en las fachadas, o dirigirte a dos de mis puntos favoritos: La Capilla de las Almas y El interior de la estación de trenes Sao Bento.
- La Rua Santa Catarina es el lugar si quieres ver tiendas, turistas y hacer uno que otro Shopping, que en este país no viene mal debido a sus precios más económicos que otros de la UE.
- Obligatorio comer dos dosas cuando estes acá: Francesinha y Pasteis de Nata. La Francesinha es una bomba calórica asemejada a un sandwich relleno de carne, salchicha, huevo, papas, queso y chorreado en una salsa espectacular. Mientras que el pasteis de Nata es el bocado insignia y más adictivo que encontrarás en la rica pastelería portuguesa.
- El puente Don Luis I que verás desde la mayoría de partes de la ciudad es una de las construcciones más conocidas de la ciudad. Fue construido por el mismo Gustave Eiffel. ¿Te suena el nombre? Es bastante icónico y pasearlo es una belleza. Si tienes suerte verás a algunos locales lanzarse al Duero desde aquí para divertirse.
- La avenida de los Aliados es una de las calles centrales, donde verás muchos edificios y palacios modernistas junto con monumentos de la ciudad. Saca tu cámara y tomate una que otra Selfie.
- Si quieres más vistas y relajarte un poco te recomiendo los jardines del Palacio de Cristal. Las vistas son bien bonitas, encontrarás animales, especialmente pavos reales deambulando por ahí. El Palacio de Cristal no es la gran cosa. La verdad es un pequeño coliseo o polideportivo.
- Visita el distrito de La Ribiera. Si lo tuyo son las fotos y el atardecer anímate a descubrir los parques escondidos que se encuentran en los bordes de ambas ciudades. Coge esta botella de vino y siéntate a ver un espectacular atardecer. Esta parte una ventana notable a la historia de Oporto. A lo largo del paseo ribereño, los barcos rabelos (los barcos tradicionales utilizados para transportar el vino de Oporto por el Duero) se balancean bajo la sombra del fotogénico Ponte de Dom Luís I. Desde aquí se tiene una excelente perspectiva de las cabañas de vino de Oporto al otro lado del río en Vila Nova de Gaia. También está repleto de bandadas de turistas.
No sé si es ese aire decadente pero vigorizante de la ciudad, su increíble comida que hace bien al corazón y al espíritu o su sabroso vino que se puede subir a tu cabeza en un abrir y cerrar de ojos. Porto definitivamente es una ciudad en la que hice tres amigos verdaderos y escribí experiencias que no voy a olvidar. Y donde posiblemente pasé uno de los mejores momentos de mi viaje hasta el momento.
Te recomiendo que cuando pienses en Portugal vayas más allá de Lisboa. Porto es un lugar decadentemente encantador que nos invita a la sencillez. Dejate llevar por sus vistas, sus calles, su gente, su musica y su ambiente. No conozco a una persona que me haya dicho que no le gustaría volver. Me incluyo. Mientras tanto, tomo vino en la ribiera y brindo por Porto. Por Porto con amigos. Por Porto para todos.