Viajar se ha venido convirtiendo en una actividad más accesible para la población y más aspiracional y “mainstream” en las nuevas generaciones. Mientras le ha dado bastantes likes a algunas cuentas de instagram, también ha incrementado el sobreturismo en algunos lugares llegando a volverse un problema ambiental y social serio. Pero ahora que muchos están en esta onda viajera se me vino a la cabeza: ¿Qué cosas podemos hacer para reducir nuestro impacto negativo en nuestros viajes? ¿Cómo podemos viajar de una manera más responsable? ¿Podemos hacer algo?
Viajar de una manera más responsable es algo que he tenido en cuenta al poco tiempo de comenzar mis viajes por el mundo. Pero he venido pensando más y más en el tema con toda esta onda de las protestas climáticas, el “boom” de Greta Thunberg y charlas con otros viajeros como yo. El tema climático está en todas partes ahora y habiendo visitado más de 50 países, vivido en algunos durante un tiempo y dedicándome a viajar tiempo completo me he dado cuenta que hay pequeñas cosas que podemos hacer en nuestros viajes que también pueden ayudar al planeta, a las comunidades y que nos pueden ayudar a ser viajeros más responsables. Y promover un tipo de turismo más sostenible.
Si me han seguido sabrán que mi estilo de viajes no es salir corriendo a diferentes países a tomarme fotos bonitas e irme. He invertido tiempo y esfuerzo en tratar de experimentar la vida en los destinos a los que voy, siendo responsable en la forma como viajo, consciente de los recursos que uso y aportando algo a la gente/comunidades donde he estado.
No siempre es fácil ser un viajero responsable y claramente no tienes que obsesionarte ni ser devoto a esto cada momento. Tampoco hablo de volvernos hippies sin zapatos que viajan en carpas y orinan en huecos para no utilizar más agua de la necesaria. Pero ser consciente de pequeños detalles en el día a día puede reducir nuestro impacto negativo al viajar. Las cosas que te voy a mencionar son fáciles, sencillas y se basan en un principio responsable de viajar sin irnos a los extremos. Sin importar a donde vayas, lo que comas, como te muevas, y lo que decidas hacer en tu estadía, acá encontrarás cosas que entre todos pueden ayudarnos a cambiar el impacto negativo de ciertas prácticas de turismo y ayudarnos a ser viajeros más responsables.
CUIDA TU BASURA
Los desechos y los plásticos se han convertido en un verdadero problema ambiental. Es una epidemia. La basura en las playas y en los océanos no solo se ve desagradable, pero es muy dañina para los ecosistemas y la vida marina. Mismo caso para la selva y cualquier otro lugar que visites.
Gracias a una conciencia más grande de las nuevas generaciones, influencias como las de la pequeña niña noruega y que la gente se ha vuelto menos ignorante, si alguien tira basura hoy en día en la playa la gente lo mira como si se tirara un pedo en la mesa mientras cenas. Y aunque eliminar el plástico de tu vida puede ser difícil, en especial cuando viajas, hay cosas muy básicas y prácticas sencillas que pueden reducir tu impacto ambiental y la cantidad de basura que generas:
Lleva tu propia botella de agua: Esta es demasiado fácil. Compra una botella de vidrio, o termo libre de BPA. El BPA, también conocido como bisfenol A, es un producto químico utilizado para fabricar plásticos, latas etc… que en ciertas dosis es cancerígeno. Y es liberado por los plásticos hacia líquidos y alimentos en contacto con ellos. ¿Qué pasa si solamente cojas una botella de plástico y la reúsas muchas veces (que también es una posibilidad)? Esta libera BPA, y estarás tragando plástico.
Cargar una botella propia elimina la necesidad de estar comprando y botando botellas innecesariamente. En el caso de Europa puedes llenarlas en fuentes públicas, con lo que te ahorras la ida a la tienda y lo que te cuesta estar comprando. Además, evitas acumular basura innecesaria. ¡Todos ganan!
Empaca una bolsa reusable: Es fácil y no te quitará mucho espacio. Prometido. De esta forma cuando vayas al supermercado no tienes que pedir que te empaquen las cosas en esas bolsas de plástico que va a terminar en el mar posiblemente.
No pidas pitillo/sorbete/pajilla/popote: Esta es una necesidad completamente inventada. Ese vaso con gaseosa puedes tomarlo sin y con pitillo. Aunque a veces vienen bien cuando estas tomando agua de coco, ¿no? Bueno…Si vas a un restaurante asegúrate de decir que NO quieres que te den este objeto. Está hecho de plástico puro y duro. Su uso dura unos minutos y seguro se lo termina tragando un animal marino, o matando un ave. ¿Quieres uno definitivamente? ¿Porque no compras tu propio pitillo/sorbete/pajilla/popote hecho de bambú o de metal? Ahora se pueden encontrar y créeme que muchos te lo agradeceremos.
Usa productos naturales, libres de plástico o hechos con plástico o papel reciclados: Hay líneas que te venden los productos sin envolturas de plástico o botellas. Lush es uno de ellos (que te vende jabones y shampoos naturales sin paquetes de plástico). Otros que te venden las cosas con envolturas de materiales reciclados. Fíjate bien.
Lleva tu propio termo/vaso de café: En lugar de pedir ese vasito con la tapita inútil que se usa 2 segundos y luego la quitas y la tiras, trata comprar tu propio vaso de silicona, o termo de café. Pide que te lo pongan ahí. ¡Voila! Si te parece mucho rollo y “que pereza” asegúrate que cuando pides ese café le dices a la persona del mostrador (con tiempo) que no necesitas tapa. Es enserio… no la necesitas. Y menos para poner un pitillo/sorbete/pajilla/popote dentro.
NO DEJES RASTRO
Viajaste hasta ese increíble pueblo, esa playa virgen o ese sendero para disfrutarlo completamente. Así que ayuda a presérvalo de esta forma. Para ti. Para los que vienen. Para los que viven ahí. Para todos.
La gente no se tiene que enterar -y francamente a nadie le importa- saber que un extraño estuvo allí y lo que hizo fue rayar un árbol o destruir un sendero. Así que si no quieres ser “ese tipo” en cuestión sigue los siguientes consejos:
Camina en el sendero/ruta demarcada: Amenos que te encuentres creando senderos nuevos de manera sostenible para las futuras generaciones, trata de caminar por los senderos y caminos establecidos. Si te pones a caminar fuera de ellos lo que terminas haciendo es dañando la flora a tu alrededor. En especial en ecosistemas frágiles como páramos o bosques de niebla.
Llévate lo que trajiste contigo: Cualquier basurita y recuerdito que traigas contigo, asegúrate de llevártelo (incluido el papel higiénico). Nadie lo quiere por ahí tirado haciendo estorbo o contaminando el medio ambiente. No vamos a tu casa a tirar nuestra basura en tu cama, ¿Cierto? Si bien hay basuras en algunos caminos créeme que estas serán mejor procesadas (e incluso recicladas) en un lugar con una mayor población. Llévatela contigo.
Déjalas en paz: Las cochas y caracolas de mar pertenecen a la playa. Esto provee de calcio los océanos y no están ahí para que terminen en tu baño y luego en la basura. Miralos, déjalos ahí y no te los lleves. Mejor aprecia una buena caminata, un atardecer en la arena y espera encontrar conchas cuando vuelvas.
No rayes o destruyas nada: Ya sabemos que amas a tu novia. Ya sabemos que te llamas “Yeison” y que estuviste acá. Y la verdad no nos importa. No te pongas a escribir estupideces en los árboles o en la propiedad de la gente. Eso es vandalismo. Y no… no estas protestando de manera correcta y al gobierno no le importa si vandalizas un árbol o la cerca de una finca. Enlístate en una ONG y haz un cambio mejor.
No te metas con la vida salvaje: Nada de darles de comer. Sé y déjalos ser.
COMPRA LOCAL:
Una forma de ser un viajero responsable es hacerlo con el medio ambiente. Otra es hacerlo con las comunidades locales. Esta es una de las cosas más obvias y que está en el campo de acción de cualquiera. Cuando estas visitando un nuevo lugar ten en cuenta como quieres gastar tu dinero en lo referente a: ropa, recuerdos, comidas etc…
Trata siempre de optar por productos que han sido cultivados o hechos de manera local. En lugar de ir a ese McDonalds (que además … ew) trata de ir a un lugar de hamburguesas local. En lugar de entrar a Wal-Mart a comprar, ¿Porque no vas a un supermercado del barrio? O mejor aún a un mercado con los campesinos (normalmente abren en las mañanas). Te aseguro que los productos estarán más frescos y es toda una experiencia llena de color y aromas. Seguro que descubres algo nuevo.
Si quieres comida grasosa, que todos tenemos derecho, evita ese KFC. Busca los carritos de vendedores callejeros locales. Te aseguro que tiene mas sabor, un precio igual o más económico y la comida va a ser más auténtica y sabrosa.
Cuando vayas a comprar recuerdos, elige productos de artesanos locales en lugar de esos imanes de los aeropuertos (que la mayoría de las veces son baratijas hechas en China). Ve a tiendas locales y compra algo único de verdad. Si vas a un país como Bolivia, compra un saco de alpaca de una de las señoras que tiene puestos que dan a la calle, en lugar de ir a un mall de ropa. En Colombia hay muchas empresas de jóvenes y negocios que están tratando de salir adelante en el mercado. Con diseños innovadores y buena calidad. Trata de comprar esto en lugar de ir a lugares como Zara, Mango o grandes tiendas internacionales.
SÉ CONSCIENTE DE TU HUELLA DE CARBONO
Esto es algo que en Latinoamérica no nos enseñan mucho porque las distancias son muy grandes entre un lugar y otro. Pero es algo importante que debemos estar conscientes: las emisiones de carbono de vehículos a base de combustibles fósiles: aviones, autos etc…
Y me dirás: ¿Cómo carajos hago para parar esto?
Bueno si bien no las podemos parar por completo, podemos hacer algunas cosas que ayudan a reducir las emisiones de tu lado:
Un vuelo directo va a dejar menos rastro de uno con escala. (el aterrizaje y el despegue son las fases que más emisiones generan). Y viajar con equipaje más liviano también hará que el avión utilice menos combustible… eso y te puedes ahorrar unos billetes por sobreequipaje (o por viajar sin maleta de bodega). Un tren entre ciudades europeas deja menos rastro que un vuelo de RyanAir (si la distancia no es muy larga se justifica). Además, puedes apreciar el paisaje y no tienes que llegar dos horas antes al aeropuerto y pasar por todo ese estrés de controles y cierre de vuelos.
Cuando llegues a tu destino asegúrate de tomar el transporte público como trenes, metros y tranvías. Son transportes mucho más sostenibles que un taxi o un bus (sin importar lo que diga el antiguo alcalde de Bogotá que tiene sumida a una ciudad de 11 millones de personas en un sistema de transporte público sin ninguna de estas opciones… para él el autobus es… ¡Regio!).
Otras pequeñas acciones que puedes tener en cuenta serían cosas del día a día: Si vas a tomar un uber o taxi, trata de compartirlo con alguien. Tomar duchas más cortas en tu estadía ayuda a mantener más tiempo los niveles de las reservas de agua.
BÁJALE AL CONSUMO DE CARNE (ROJA POR LO MENOS)
Relacionado con el punto anterior. Y aunque no espero que te conviertas en vegetariano o vegano, ni voy a ser “ese tipo” fastidioso que te dice todo el tiempo lo asqueado que está de la gente que consume carne… es un hecho que la mayoría de gases de efecto invernadero viene de la industria de alimentos de origen animal. A esto añádele cosas como deforestación por la adaptación de terrenos para ganado, uso excesivo de agua, etc…
Si bien no esta bueno decirte que no puedes probar la carne de Koobe en Japón, una buena boloñesa en Italia o unos buenos bah-min de cerdo en Thailandia; reducir tu consumo de alimentos animales tiene MUCHO más impacto que tomar duchas cortas o caminar 3 cuadras para llegar a casa.
Y lo bueno es que lo puedes hacer fácil. No tienes que sufrir mientras lo haces y lloras en el baño. Opta por buscar en un día de tu viaje un lugar de comida vegetariana. En el caso de Europa hay muchos y son increíbles. En Latinoamérica está llegando la moda y los menús están variando y mejorando para que sean más que plátanos maduros con arroz (¿Venga, enserio?)
Yo hago esto una vez a la semana y me gusta un montón. ¿Quiero una hamburguesa a la comida? En el supermercado se encuentran ahora hamburguesas hechas a base de lentejas, soya o granos. ¿Desayuno? Huevos “pericos” esta bien. ¿Almuerzo? Hasta un Subway vegetariano se encuentra e la mayoría de países (Y para tus viajes esta bueno: es barato, está en todas partes y es bien rápido). Enserio… La vida es tan complicada como nos la queramos hacer.
TRATA DE DAR ALGO ACAMBIO
¿Sabes que puedes viajar haciendo voluntariados? ¿Sabes que te pueden incluso dar la estadía y la comida gratis a cambio de tu ayuda y tus habilidades? Ayudar a la gente en mis viajes ha sido de las mejores experiencias que he tenido. Ya sea ayudando a un hostal que está comenzando, cuidando huevos y liberando tortugas de mar en el pacífico, enseñando español o ayudando a niños en comunidades de escasos recursos.
Una de las mejores formas de dar algo al lugar al que vas es ofrecer tus servicios, conocimientos, ayuda y tiempo a un proyecto o comunidad que lo necesite. Y créeme que todos aprecian una mano que se tiende. Nadie está buscando científicos de la NASA.
En lo personal creo que la experiencia vale más, y la vas a disfrutar mucho más, si haces algo en lo que realmente crees y que te guste. No tienes que hacerlo solo por el hecho de que es “cool”. Nadie te fuerza y hay miles de oportunidades allá afuera. Desde ayudar en el campo, construir una casa, ayudar una comunidad, enseñar idiomas, etc… Cualquiera puede ayudar. Depende de lo que te guste y lo que REALMENTE quieras hacer con tu tiempo.
Solo busca algo que te “mueva el piso” y en lo que crees que puedes aportar y de lo que quieres aprender. Piensa que si vas a recordar esta experiencia es mejor que la recuerdes viendo lo mucho que aprendiste y lo que te aportó. Y no lo mucho que la odiaste y todos los días que llorabas en la ducha esperando que el tiempo se acabara. Si no sabes otros idiomas, no te postules como voluntario para enseñar otros idiomas por ejemplo (inglés, Britney Spears, pop…). Si no te gustan los niños pequeños, no te postules como profesor en una favela con niños. Si no te gusta el calor, no vayas a la selva humeda a ayudar a reforestar… Solo un poco de sentido común.
OJO: Es importante buscar bien. Muchas organizaciones te pedirán dinero por la oportunidad de ser sus voluntarios (lo que para mi es algo… tonto. En la mayoría de los casos). Y muchas veces este dinero no va a las comunidades o proyectos a los que supuestamente estas ayudando a ayudar. Hombre, que si te postulaste para un programa de ayudar a delfines en Croacia… sí: tal vez el combustible del bote y todo esto cuesta y te van a pedir un depósito para ayudar con la causa. Tiene sentido. Pero averigua bien que no te estés postulando en una atracción turística y estés pagando el salario de algún empresario detrás de bambalinas.
Hay muchas formas para buscar: WorkAway, WWOOF y GoAbroad son buenas plataformas que te muestran diferentes opciones.
RESPETA LAS TRADICIONES Y LAS COSTUMBRES LOCALES
Si invitas a alguien a tu casa lo último que querrías es que esta persona utilizara tu baño con la puerta abierta luego de tener un pequeño problema estomacal y se excusase diciendo que así lo hace en su casa.
Bueno, resulta que no está en su casa y debería tener consideración con cómo se hacen las cosas en la tuya. Lo mismo aplica cuando no estás en tu ciudad. Ser un viajero responsable no es solamente cuidar el medio ambiente, sino respetar las normas, cultura y tradiciones a los destinos a los que vayas.
En muchas partes del mundo vestir de pantalones cortos y camisetas sin mangas se ve como algo que no es apropiado. En el vaticano y muchas iglesias de Roma la vestimenta debe cubrir hasta debajo de las rodillas y los hombros. Misma regla para mezquitas musulmanas. Sólo que acá las mujeres deben tapar su cabello y usar faldas largas. Pero aplica para muchas iglesias ortodoxas en Rusia también.
¿Retrogrado? Puede ser. Pero si quieres visitar el lugar debes acomodarte a sus reglas y la forma como hacen allá las cosas. Así que guárdate los comentarios y discútelos con tus amigos una vez vuelvas.
En Rusia sonreír a la gente que uno no conoce en la calle puede verse como algo de mal gusto. En Europa mucha gente se quita los zapatos antes de entrar a las casas de los demás. En algunos países musulmanes las mujeres se sientan en unas partes del transporte y los hombres en otra. En Alemania la gente paga el tiquete del transporte público sin que exista un policía que esté vigilando la entrada.
Se trata de entender que todos somos diferentes. Las costumbres, las compartamos o no, deben respetarse. Recuerda que no estas en tu casa y no depende de ti decir que se hace o no se hace.
NO TE TOMES FOTOS IRRESPONSABLES CON ANIMALES
Para mi fue una gran tristeza cuando visité Egipto y vi un montón de camellos encadenados a bloques de cemento, moreteados y con cuestionables cuidados. Pero vi como los turistas negociaban con el “dueño” para que se tomaran esa linda foto en las pirámides… casi me pongo a llorar.
Y seguro si te metes a cuentas de Instagram que se relacionan con Egipto ves esos “influencers” cool y esa foto perfecta con ese maltratado camello tirado de una cadena… Mismo caso sucede con los elefantes encadenados en el sudeste asiático. Donde turistas llegan a operadores de tours con malas prácticas y tienen animales en cautiverio con el simple objetivo de sacar negocio con una foto.
Las estrellas de mar NO SON para sacarlas del océano. Se mueren luego de unos segundos fuera. Si las tocas el animal también puede morir. Es que no solo eres tu el que las toca. Son cientos de personas que vienen a esas playas que consideran que no hacen nada tocándolas un poquito o sacándolas del mar.
El oso perezoso NO DEBE estar en los brazos de nadie. Debe estar en un árbol. Escondido para no ser molestado. Si está en los brazos de alguien es porque detrás de esa foto hay una persona que posiblemente lo tenga en una jaula o una caja y el oso va a morir allí. Luego que miles de personas se han tomado fotos con él… pero pues mira que “linda” quedó la foto.
Hubo un caso de un bebe delfin que murió de asfixia porque se acercó a una playa. Y la multitud (de imbéciles) que se formó a su alrededor en el afán de tomarse una foto terminó matándolo.
Ver camellos en Turquía NO es normal. (Foto: cortesía de Jack Morris– Doyoutravel) En este país no existen los camellos. Así que estas fotos tienen tanta validez como irte a un circo y tomarte una foto con los animales de allí. Los tours de buceo que te llevan a ver corales no deben permitirte tocarlos ni alimentar la vida marina. Los safaris en el África no deben permitirte tirar basura en las planicies.
Algo no está bien…¿Cierto?
Bueno hombre, hay tres cosas que podemos hacer para ayudar entre todos:
Primero: Si eres tú el que va a hacer actividades o tours, escoge compañías responsables y con buenas prácticas. Busca. Hoy en día hay opciones para todo tipo. Y si ves una mala práctica mientras estás haciendo la actividad expresa tu inconformismo. También puedes optar por compañías más chicas que trabajen con comunidades locales. O compañías chicas que sean locales y trabajen con comunidades locales.
Segundo: Si ves una foto como estas en una red social, fácil: NO LE DES LIKE/ME GUSTA. Es más, deja un comentario expresando tu inconformismo. La cadena del camello, del elefante, el animal exótico estando donde no debería estar… no importa que el mensaje sea “No lo hagan y perdónenme porque yo lo hice. No sabía lo que hacía”. Igualmente está mal poner un ejemplo irresponsable para denunciar una práctica irresponsable. Y créanme, esto funciona. No hay nada que le duela más a una persona que puso una foto en su red que no tener el “engagement” que quiso y que en lugar de eso su audiencia se esté sintiendo incómoda con su contenido. Si todos lo hacemos está práctica seguro desaparece.
Tercero: No lo hagas tu. Si vas a denunciar esa foto sacando la estrella de mar… no la saques tu para tomarte esa foto. Sentido común, ¿no?
EVITA EL SOBRETURISMO
En la película La Playa de Leonardo Di Caprio se hace una crítica a los lugares muy visitados y “sobreturisticos”, poniendo como tema un grupo de gringos en el sudeste asiático que buscan un lugar nuevo, secreto y lejos de los turistas. Lo encuentran. Una increíble playa alejada de todo. Increíble. Luego la cosa se pone fea, algunos mueren, etc… ¡Pero que bonita que está la playa!
Irónicamente esta película hizo de la playa donde se rodó un EDEN turístico a tal forma que se volvió una experiencia desagradable ir allá. Miles de asiáticos y de otros países que no tienen conciencia por el medio ambiente, tiran la basura donde sea y todos quieren la misma foto, en la misma playa, pero esta tan pero tan lleno que no te puedes mover. Todo esto pasa a la vez que la orina de aquellos que están dentro del mar se mezcla con el agua que baña tus pies mientras piensas en qué momento fue una buena idea venir acá. Una cochinada.
En Tailandia la situación se volvió tan seria que la isla completa se cerró indefinidamente a turistas para dejar que el ecosistema descansara un poco. Por que el nivel de turismo tan animal lo estaba jodiendo todo. Y pasa. Muy frecuentemente. En las Filipinas se cerró la Isla de Boracay durante seis meses porque su presidente dijo que sus playas “olían a mierda”. Imagínense.
Todos quieren esa foto con la Fontana de Trevi en Roma, pero cuando ves la realidad hay cientos de personas tratando de tomarse la misma foto al mismo tiempo. Venecia cerró partes de la ciudad en el 2018 a los turistas porque estaban dañando la ciudad. Algunos incluso se tiraban a los canales (Si ve como les digo que no sean “ese tipo”).
Otro ejemplo es Dubrovnik en Croacia. Paraíso de latinos “puppies”, seguidores de Game of Thrones e instagrammers. La ciudad es hermosa y era casi desconocida hasta hace unos años. Ahora es una de las ciudades más caras de Europa en verano y llegó al nivel que la ciudad limitó en 2019 la entrada de turistas al casco viejo poniendo controles a el número de cruceros que puede llegar: dos por día. Esto porque el sobreturismo llegó a poner en peligro el estatus de la ciudad vieja como patrimonio de la humanidad de la UNESCO por los impactos del sobreturismo en el centro histórico.
Muchos destinos que se concentraron en atraer turistas y ahora no saben que hacer con ellos. Eso sin mencionar la creciente xenofobia de sus habitantes que comienzan a ver los turistas como algo indeseado. Díganselo a los Parisinos. Paris recibe 20 veces su número de habitantes por año
Esto sin mencionar que es fastidioso ir a un lugar y creer que lo tienes para ti y llegan 50 buses llenos de mil asiáticos que se bajan a tomarse fotos con todo. Más los gringos, más los latinos, más, más y más…
¿Quieres ayudar? Fácil. Sé que va a sonar loco. Sé que vas a gritar y me vas a mandar correos diciendo que tu tienes derecho a conocer la torre Eiffel tanto como los otros. Y que esas escaleras donde Cersei Lannister caminaba en Kings Landing eran tu sueño… Eso esta bien. Genial. Tu y los 5 millones de personas se pueden tomar la misma foto chevre para Instagram. Pero… una idea loca… ¿Porqué no visitas lugares menos conocidos?
Ya. Lo dije. Simple.
En lugar de ir a Viena… ¿Ya conociste Bratislava? Mykonos esta lindo sí… pero ¿Qué me dices de las Esporadas? ¿O el mediterráneo en Turquía? ¿Y el de Albania? Si sabes que es el mismo mar, ¿No? Bulgaria tiene montañas increíbles que nada le tienen para envidiar a los Alpes Suizos (Y son 10 veces más baratos).
No digo que no vayas a los países más turísticos: Italia, Croacia, España, Francia… todos tienen mucho para ofrecer. Pero ya que estás allí, porque no sales de los clichés. Visita Paris, ¡Claro! Seria una locura ir hasta Francia para no ver la famosa Torre Eiffel. Pero… ¿Qué me dices de Lyon? Italia tiene cientos de lugares increíbles fuera de Roma, Florencia y Pisa. Lo mismo Grecia más allá de Mykonos. Aventúrate. Crea tu propio destino y no solo vayas donde van las manadas.
Unos “pro” de hacer esto es que en los lugares menos visitados los locales estarán más felices de verte. No tendrás que lidiar con las multitudes en las calles y los precios por las nubes.
Otra cosa que puedes intentar es visitar en las temporadas bajas. Piénsalo: menos turistas, más oportunidades de tener una experiencia “real” del lugar, precios más baratos… vale intentar.
ESCOJE ACOMODACIONES SOSTENIBLES
Hoy en día hay muchos tipos de acomodaciones para tu viaje. No solo son hoteles como hace unos años. La industria del turismo se ha desarrollado y especializado ofreciendo diferentes tipos de experiencias en sus alojamientos.
Si te suena la idea de una acomodación más sostenible ten en cuenta los siguientes puntos:
- Hay sellos que certifican las buenas prácticas de ciertos hoteles. Greenleaders (de Tripadvisor), Green Key Global, Green Globe Internacional, Energy Star, Green Seal, Green Tourism, Green Buildinng Council… son algunas de las certificaciones existentes. Estas aseguran que tu hotel tenga buenas prácticas ambientales y al ser aprobado es considerado como “sostenible”.
- Busca hospedajes locales. En lugar de quedarte en ese Marriot de 5 estrellas, piensa en un albergue o un hotel local y pequeño. No solo te va a costar un poco/mucho menos, pero soportas el trabajo de una familia local. A diferencia de darle tu dinero a una junta directiva de gringos que pues… X. Y te puedo asegurar que tu experiencia va a ser más auténtica.
- Busca Eco-logdes. De estos hay muchos y de distintos tipos en todo el mundo. La mayoría se localizan en zonas rodeadas de naturaleza: montañas, selva, bosques… y son conscientes de minimizar su impacto negativo con el medio ambiente. Normalmente involucran a las comunidades circundantes, buscan tener prácticas sostenibles en lo relacionado con los recursos y algunos tienen proyectos interesantes que llevan a cabo (cultivando café, huertas orgánicas, cuidando animales, etc…). No solamente tendrás una experiencia más interesante, pero estos lugares suelen ser más tranquilos y calmados. Y tu estadía será mucho más relajada.
- Pon de tu parte. Un ejemplo son las toallas en los hoteles. ¿Enserio necesitas mandarlas a lavar todos los días? ¿Lavas las tuyas en tu casa todos los días después de usarla? No lo creo. Mucha agua se va lavando toallas de manera… tonta. Opta por reusarlas luego de un tiempo.
- Haz tu búsqueda. Mira si donde te vas a quedar emplean gente local. Si los alimentos son locales o importados. Si tienen algún proyecto ambiental o comunitario. Si utilizan mucho plástico… Hoy en día casi todo se encuentra en google.
Así que ya sea quedándote con una familia cubana en lugar de ese hotel en Varadero, u optando por una finca cafetera para aprender de la vida en el campo y el café colombiano, las acomodaciones también pueden ser sostenibles. Y te van a dar mucho más que una experiencia frívola. Puedes aportar a familias locales, reducir tu impacto ambiental y aprender un poco de ellos y de la vida en el proceso.
Viajar abre la cabeza. Te va a dar experiencias e historias nuevas en diferentes capítulos de tu vida. Te va a tirar estigmas y paradigmas que tenías “por defecto” y va a levantar nuevos cuestionamientos y a generar nuevas perspectivas de cómo ver las cosas. Tener momentos que signifiquen algo con los locales, saber a dónde está yendo ese dinero que estas gastando, ayudando a los locales y aprendiendo de ellos, y ayudando entre todos a generar un turismo más responsable y sostenible son algunas de las cosas más valiosas que la vida de viajes me ha dado.
Así que no tienes que poner todo en práctica. No tienes que volverte un hippie y vivir en lalalandia. Pero si ves hay cosas que todos podemos hacer. Formas en las que todos podemos contribuir. Que con pequeños cambios en el día a día y concientizándonos de algunos pequeños actos como: reusar una botella, utilizar dos veces una toalla, o pensando dos veces si tomarnos la foto con ese animal. Hasta planificando una experiencia para aportar a comunidades o un viaje a esas cabañas en el bosque donde puedes aprender del cultivo de café. Todo cuenta. Como dijo Greta Thunberg: “El cambio viene”. Y ojalá tu puedas ayudar a generarlo.
¡Felices viajes responsables todos!